domingo, 5 de febrero de 2012

Deslumbre con el agua

El sonido del agua que corre tiene un efecto relajante y placentero, así que si quiere crear un rinconcito en su hogar que tenga estas características la propuesta es aprender cómo hacer una cascada en el jardín en base a una serie de sencillos pasos.

Lo primero que debe hacer es decidir sobre la forma básica del estanque y el tamaño, así como su ubicación. Hay que pensar en cómo se verá y tomar ventaja de las pendientes naturales del terreno.

En su lugar. Pero no cometa el error de colocar una cascada de tamaño gigante, que se vería muy mal si su jardín es pequeño. La idea es crear un espacio armonioso y de buen gusto.

Combinación de materiales. Al construir la cascada, los aspectos a ser considerados son la piscina de base, la altura del agua a ser levantada y la caída en cascada. Es preferible jugar con materiales que son fáciles de conseguir en el jardín, como piedras y plantas.

Cascadas montañosas
Recree una situación más parecida a la naturaleza; es decir, caídas de agua que tengan diferentes niveles de caídas importantes (lo que podría definir como "pisos" de la cascada). Logre recorridos visuales izquierda-derecha alternativamente para que la apariencia llame a relajarse y disfrutar.

Cascadas acantiladas
El agua cae por una pared bien vertical. Las variantes de esta idea pasan por el tipo de pared (rugoso, de piedras o madera). En otras opciones, el agua no cae pegada a la pared y entre esta y ella se pueden colocar algunas plantas o luces, logrando un efecto impactante cuando se logra una buena fusión.

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