martes, 10 de abril de 2012

Plantas de jardín La Dalia

Las dalias son una de las flores más preferidas por los jardineros, efectúan su floración durante el verano, la brillantes de sus pétalos pueden verse en los jardines, parques y prados de muchos lugares. Aunque es resistente al frío florece con más vigor en las zonas templadas, en jardines con mucho sol.

Debe su nombre al botánico sueco Andrés Dahl, del siglo XVIII. Es originaria de México, de donde se enviaron las primeras semillas a España, Francia, Inglaterra y a otras partes del mundo como planta ornamental.

Al principio los aztecas comían sus gruesas raíces tuberosas como si fueran papas. Gracias a los estudios de ciertos botánicos, se comprobó que estos tubérculos no son aptos para el consumo humano por ser tóxicas.

La dalia es una planta herbácea, puede alcanzar una altura de 1,50 metros, aunque existen variedades enanas que no sobrepasan los 100 centímetros. Sus raíces están formadas por gruesos tubérculos y de ellos nacen los tallos de color verde oscuro, rectos y resinosos en su base. Sus hojas son alargadas u ovoides. Las flores vistosas –que al igual que la margarita no son más que un grupo de pequeñas florecillas que forman el capículo– están constituidas por un disco amarillo o dorado, y series concéntricas de florecillas blancas, purpúreas, amarillas y rojas en sus diferentes tonalidades.

Son muy sensibles a los pulgones, por lo que requiere un cuidado esmerado, ya que estos bichos pueden causar la muerte de la planta.

La dalia ofrece actualmente una gran variedad de formas y colores, excepto el azul. Y aunque usted no lo crea, hay una dalia que crece entre las ramas de los árboles, en lugar de hacerlo en el suelo, y cuyo tallo alcanza unos 10 metros de largo, y otros tantos su raíz aérea, que va desde el árbol hasta el suelo, en tanto que sus flores se muestran en la cima del árbol que le sirve de sustento.

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