Es así que se da rienda suelta a la creatividad humana para aprovechar cualquier espacio o recipiente y crear espacios donde la naturaleza pueda estar presente.
Los lugares favoritos son los balcones, donde se acomodan macetas para cultivar especies forestales y en caprichosos combinados dar una visión atractiva al espacio urbano, cuando la posibilidad de tener un patio, no está permitida.
EJEMPLO
Un ejemplo de ésta forma de cultivo de especies en recipientes diferentes a los tradicionales, aún a pesar de contar con un patio, se puede conocer en la vivienda de la familia Cardozo Velásquez, situada en calle Junín, donde un museo marca el ritmo de vida, en medio de infinidad de objetos creados de chatarra, o piedras labradas convertidas en arte.
Pero con un toque particular en algunos ambientes interiores se puede apreciar el esfuerzo para convivir con la naturaleza, al cultivar plantas en miniatura que crecen en macetas, que no son nada menos que cáscaras de huevos. Según Gonzalo Cardozo, la idea corresponde a una de sus hijas, que asumió el desafió para embellecer de ésta forma su vivienda.
OTROS OBJETOS
El ingenio humano también hace que llantas en desuso, botellas plásticas, utensilios de cocina, prendas de vestir y una infinidad de objetos sean reciclados y prolonguen su vida útil, pero no precisamente para el objetivo que fueron fabricadas.
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