lunes, 25 de marzo de 2013

Cuchicheos, muebles inspirados en una historia de vida

Todo empezó el año pasado cuando, limpiando su casa y agotada al mover los pesados muebles de un lado a otro, a Carla Gutiérrez, de 28 años, se le ocurrió la idea de fabricar un tipo de mobiliario que sea liviano pero duradero y amigable con el medio ambiente; pero, sobre todo, que le haga la vida menos difícil. Así nació Cuchicheos.

Para Gutiérrez, que tiene hemiplejia (trastorno por el que la mitad del cuerpo queda paralizada) desde que nació, resulta todo un reto levantar objetos pesados. Sin embargo, esta discapacidad no la detuvo. Junto a su familia puso manos a la obra para crear muebles modernos y livianos con un peso que va de medio a cuatro kilos.

“Ese maravilloso día se le ocurrió la idea del emprendimiento que lleva activo desde enero de este año. Para que los muebles cumplan su cometido utilizamos tecnopor de construcción, esponja de primera calidad y forros hechos con cuerina”, explica el hermano de Gutiérrez, Brian Casazola.

Su meta desde el inicio se enfocó en fabricar muebles para las personas que tienen discapacidad y hacer más fácil su vida, pero también para el ciudadano común.

Otro objetivo era fabricar muebles amigables con el medio ambiente. Por ello, muchos de los productos que utilizan son reciclables y, como lo dice su eslogan, “Cuchicheos, en armonía con la naturaleza”.

El mobiliario se hace a pedido y es económico en relación con los fabricados con madera, según explica esta familia.

Su juego de living “estrella” está conformado por tres sillones, una mesa central, dos tocos (asientos circulares sin respaldo) y un mueble para computadora. Su costo es de 4.100 bolivianos.

Mientras una de las piezas más atractivas de su línea de producción es un sofá-cama que cuesta 1.500 bolivianos.

Esta empresa, nueva en el mercado, también cuenta con un abanico de muebles y juegos infantiles para desarrollar la psicomotricidad, que supera el centenar de diseños, que se pueden modificar al gusto de los clientes.

Pero ser livianos no es su única ventaja, pues los fabricantes explican que debido a que sus bordes son suaves y están especialmente reforzados con esponja previenen los accidentes domésticos que muchas veces ocasionan lesiones y heridas en los niños que se caen o se golpean con las superficies del mobiliario.

“Los pequeños juegan y corren en la casa y se pueden caer y sufrir golpes con los bordes de los muebles o mesas. Nosotros tomamos muy en cuenta el tema de seguridad”, dice Jeshica Chavarría, madre de Carla y Brian.

Un taller, una historia

El pequeño taller funciona en la sala de la casa de Chavarría -madre de Gutiérrez y Casazola- en la zona de Villa Fátima. Allí todo está calibrado como las agujas de un reloj.

Mientras Gutiérrez acciona la máquina de coser uniendo la cuerina, que cubrirá una silla infantil, cuenta el reto que significa este emprendimiento.

“He decidido hacer esto para demostrarle a las personas que nosotros podemos salir adelante a pesar de nuestras discapacidades. Nosotros no somos menos, mi fuerza son mis tres hijos”, dice.

Ella tiene hemiplejia en el lado derecho de su cuerpo porque cuando se encontraba en estado de gestación su madre recibió golpes en el vientre por parte de su pareja.

Hoy Chavarría considera que la creación de la empresa ha significado su realización como madre y que le ha valido esforzarse desde que tuvo a su hija a los 16 años.

“Más allá de haberla tenido joven, he logrado salir adelante sin la necesidad de tener un compañero a mi lado. Si una empieza a sufrir maltrato psicológico y físico inmediatamente tiene que tomar una determinación y no esperar a que las cosas culminen en desastre”, comenta.

Cuchicheos no sólo fabrica muebles sino que arregla y fabrica colchones tradicionales y realiza también el retapizado de muebles y restauración de catres.

La empresa cuenta con un perfil de Facebook con el nombre de Cuchicheos, además de email ecologico_cuchicheos@hotmail.com donde se pueden hacer los pedidos. El teléfono celular es 72599890.

En este taller cada puntada a mano y cada costura a máquina significan algo más que una acción. Cada mueble concluido es el reflejo de la lucha de toda una vida en la que una familia transformó todas las experiencias en vivencias productivas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario