Vidrio de por medio. Las cocinas vitrocerámicas dejan de lado a las hornallas a gas que sobresalen en una cocina común. A simple vista se destaca su superficie completamente lisa, que además brinda muchas ventajas. Por una parte se reduce el riesgo de que los recipientes puedan volcarse en un movimiento brusco, pero además la principal característica es el sencillo proceso de limpieza.
Una vez apagadas estas cocinas, se requieren unos minutos para que se disipe el calor y de esa manera utilizar un trapo húmedo para eliminar la suciedad.
"En Multicenter contamos con las cocinas vitrocerámicas, las clásicas, pero también están las que fusionan ambas tecnologías", explicó Sebastián Ortiz, ejecutivo de ventas de Multicenter.
Diversa combustión. Las cocinas de vitrocerámica más conocidas son las que tienen en la electricidad la principal fuente de calor; sin embargo, también están las que funcionan a gas y finalmente las que utilizan un sistema denominado como 'inducción', que cuece los alimentos gracias a la transmisión de energía a través de un campo magnético.
Para ollas de cualquier material. Los cristales de estas cocinas cuentan con una señalización que delimita los lugares donde se concentran las altas temperaturas. Al encenderlas se calienta un cristal cerámico, que a su vez pasa el calor al recipiente con los alimentos.
Los modelos más sofisticados tiene sistemas de cocción programables.
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