La empresa, cuya base está en la ciudad de El Alto, está en el mercado de los muebles de exportación hace ocho años y su gerente regional en Cochabamba, Gino Armijo, recuerda que su promedio de producción llegó a las 60 toneladas diarias para abastecer a mercados en Estados Unidos y Europa.
Sin embargo, nuevas regulaciones gubernamentales hacen difícil conseguir la madera en el tiempo preciso, lo que ocasionó que la empresa no pudiera cumplir con sus contratos a tiempo y su mercado internacional se vio reducido en aproximadamente 50 por ciento, señala Armijo.
Entonces la empresa optó por acudir al mercado nacional. Armijo destaca que la combinación de mercados les permite mantener sus precios históricos y hacer que sus productos sean accesibles. Pone como ejemplo que un juego de mesa y cuatro sillas cuesta 2.500 bolivianos, similar al del mercado.
Para Armijo, el éxito de "Todo Jardín" está en el riguroso tratamiento y el acabado que se le da a la madera.
"Tenemos una madera secada en horno, certificada y tratada, eso nos da un producto de excelente calidad y con valor agregado que nos permite entrar al mercado internacional", afirma.
La madera que emplean es el almendrillo, también conocido como cumarú, que es propio de la Amazonia boliviana, específicamente de Pando y Beni, desde donde se traslada hasta la planta en El Alto.
Explica que la selección de la materia prima es la parte más importante y se realiza tres veces durante todo el proceso.
Primero se selecciona en origen, antes de subirla a los camiones que la trasladarán hasta La Paz, después se hace una nueva selección cuando la madera sale del horno de secado y la última selección es hecha antes de iniciar los cortes.
Una vez en la planta, el primer paso es el secado, que se realiza en unos hornos gigantescos y es un procedimiento que demora unas tres semanas, aunque a veces es preciso prolongarlo dependiendo de la humedad de la madera.
Luego comienza el proceso de corte, cuya técnica depende del tipo de mueble que se va a fabricar.
"Los muebles que fabricamos son sumamente resistentes porque el almendrillo es una madera muy dura, es por eso que se necesita herramientas especiales para hacer el corte", destaca Armijo.
Al contrario que para la mayoría de los muebles, para el acabado se evita el barniz. Armijo explica que eso debe a que es mobiliario para exteriores y al estar expuesto al clima puede rajarse y dañar la madera. Es por eso que lo que se recomienda es hidratarlos periódicamente con aceites esenciales que pueden encontrarse en cualquier ferretería especializada.
Armijo calcula que la inversión en la planta es de unos 8 a 10 millones de dólares que incluyen la maquinaria, la materia prima y la capacitación del personal.
La empresa, que en temporada alta de producción llega a emplear hasta a 600 personas y tiene la capacidad de trabajar en tres turnos diarios, se presentó por dos años consecutivos en la Tecnomadera, una feria especializada del rubro y, en Cochabamba, tiene su salón de exposición en la avenida Circunvalación casi esquina Santa Cruz.
La materia prima es el almendrillo, madera preciosa que se produce en Pando y Beni
Gino Armijo | Gerente Regional
"El éxito está en el riguroso tratamiento que se le da a la madera y en el acabado"
APUNTES
Secado
El tratamiento para el secado de la madera se realiza en hornos de grandes dimensiones, una especie de garajes con puertas que se cierran herméticamente. Para dar una idea de su capacidad, el gerente regional de "Todo Jardín" señala que dentro podría caber un trailer.
Explica que la madera se mete ordenada en capas y, a través de turboventiladores, se bombea aire caliente que va circulando para secarla poco a poco. Añade que es un proceso lento porque debe hacerse por etapas.
Almendrillo
El almendrillo es una de las madera más cotizadas de los bosques orientales. El metro cúbico cuesta alrededor de 350 bolivianos y es buscado especialmente para productos de exportación
Mercado de la madera va en bajada
Las exportaciones de maderas y sus manufacturas, hasta septiembre pasado, cayeron un 8 por ciento en términos de valor y su volumen se redujo un 19 por ciento en comparación con el mismo mes de 2012, según un informe del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) elaborado con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Por el contrario, la importación de productos maderables creció de 37,4 a 42 millones de dólares. Exportadores del rubro coinciden en que las causas son la crisis internacional, el alto precio de la madera en el mercado interno y las trabas burocráticas de la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT).
En 2012 el volumen de la exportación de maderas y sus manufacturas cayó en 53 mil toneladas en relación a 2008, la peor caída en cinco años, según datos del IBCE.
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