La idea no es la de tener una cama de hospital en casa, sino la de poder controlar la calidad de nuestro sueńo. La cama monitoriza los movimientos de quien duerme en ella.
Si nuestra pareja ronca, la Sleep Number x12 también nos puede ayudar. Con la voz le podemos pedir –aunque también incluye un mando a distancia- que recline el cabecero, una acción que según aseguran sus creadores interrumpe esos molestosos ruidos.
No hace falta ningún cable para que la cama realice sus mediciones. Sus sensores están distribuidos a lo largo del colchón, por lo que solo tendremos que tumbarnos sobre él.
El invento no solo aporta información sobre el cuerpo. También emite una luz relajante en la parte de abajo, tiene un despertador, una memoria que permite programar para que la cama se coloque de una determinada posición a una hora concreta.
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