Se adaptan. Quizá uno de los principales temores para no aprovechar las plantas es que no se encuentran en su hábitat natural, aunque es importante destacar que con cuidados mínimos se llegan a aclimatar. "Lo que no puede faltarles es luz, humedad y calor", explicó la arquitecta Betty Ibáñez, gerente general de Jardymant.
En una habitación. Las plantas en casa agregan un toque de color a un dormitorio, suavizan los ángulos, limpian el aire y hacen acogedores los espacios en los que se emplean.
Ibáñez recomienda colocar plantas como puntos focales para llamar la atención hacia una parte en especial del cuarto o una pieza del mobiliario que desee destacar.
En el baño. Tener plantas ahí no presenta ninguna complicación ya que la iluminación propia de este ambiente, sumado a los espejos, reemplazará la necesidad de luz natural. El bambú es ideal para estos espacios. Puede colocarlo en una maceta y cubrir sus raíces con agua y piedras.
El riego. Muchas personas no conocen el momento en el que se deben regar las plantas y en algunas ocasiones en vez de ayudarlas las lastiman.
Para no equivocarse, toque la tierra antes de volver a regar, si está húmeda y se queda pegada a los dedos, no añada más agua, ni siquiera a las plantas de flor.
Durante el invierno, deje que el sustrato se seque un poco entre riego y riego. Se recomienda echarle agua una vez por semana. Pero verificando la humedad de la tierra, la cantidad dependerá del tamaño de la maceta.
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