jueves, 6 de febrero de 2014

La mesita del centro

Es el centro del salón y por tanto, el foco de todas las miradas. Las mesas de centro son un mueble auxiliar y multifuncional que se han convertido en piezas clave de tu salón. Decorativas y muy útiles, las mesitas del centro albergan una muestra plena de tu estilo y el de tu sala. Así que escoge bien la forma y objetos que la decoran. A continuación te damos algunas ideas, gracias a las revistas Mueble, Mi casa y Mujer hoy.

IDEA Nº 1:

En pares. Si tu espacio es amplio puedes crear un juego de mesas dinámicas, es decir utilizar mesas del mismo estilo pero de diferente tamaño y altura. Esto sin duda le proporcionará a tu habitación un sentido de modernidad y creatividad.

IDEA Nº 2:

No tengas miedo de jugar con cualquier tipo de elementos para hacerlo, utiliza lo que te gusta y lo que quieres ver, eso es lo que debe haber en tu mesa de centro. Si quieres crear una composición simple basta con colocar dos o tres elementos que te resulten útiles o agradables a la vista.

IDEA Nº 3:

Ambiente romántico: Si la mesa es sencilla, concédele más protagonismo con un jarrón alto con vistosas flores naturales. Procura que sea de cristal, para que se integre visualmente en la decoración. Y si quieres crear una atmósfera romántica, no te olvides de las velas.

IDEA Nº 4:

Ideas geniales: Las cajas te permiten reforzar la sensación de orden y ganar zonas de almacenaje. Si están forradas con telas a tono, además, se convertirán en elemento decorativo. Eso sí, no satures tu mesita con cajas, se trata de que haya orden con estilo.

IDEA Nº 5:

Riqueza de matices: Contrasta el material de la mesa con el de los complementos; con objetos de acero, cristal o cerámica enriquecerás el ambiente con diferentes matices. El resultado: una composición muy cosmopolita. También puedes poner color a la madera para avivar el mueble.

IDEA Nº 6:

Inspiración minimalista: Para modelos de líneas depuradas, lo más adecuado es seleccionar pocos detalles y de un solo color. Sobre una superficie oscura, el blanco aporta elegancia. Puedes jugar con los tamaños; coloca una bandeja o un cuenco grande y, a su lado, otros objetos de menor tamaño.





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