En algunos casos se convierten en prácticas mesas auxiliares; en otros, simplemente ocupan un rincón creando un impacto visual en la decoración. Algunas veces las hemos visto convertidas en funcionales mesitas de noche, en las que se puede depositar las gafas o el libro que leemos antes de dormir…
Se trata además de un accesorio muy versátil, porque se puede emplear de muchas maneras. Para empezar, puedes colocarla en solitario o apiladas de dos en dos o de tres en tres. Y puedes mantenerla cerrada o abierta, con algunos objetos en su interior que quieres que destaquen. Es muy habitual colocarle libros antiguos.
Mira qué estupenda idea la de fijar la maleta antigua sobre las patas de un viejo taburete de delineante, y convertirlo así en un mueble reciclado. Así tienes una mesa auxiliar que puedes poner en la entrada bajo un espejo…
Pero si quieres que la estabilidad sea total, entonces sólo tienes que hacerte con unas patas de mesa para convertir tu maleta vintage en una mesa muy funcional, ya que en el interior puedes guardar papeles, revistas, documentos…
Finalmente, qué te parece recuperar un viejo juego de maletas de diferentes tamaños para crear una mesa de centro sobre la que tomar el café o el té…
CÓMO RECUPERAR UNA MALETA SUCIA O DETERIORADA PARA DECORACIÓN
Limpia con un detergente neutro y una bayeta ligeramente humedecida por todo el exterior.
Observa el estado de los remaches de chapa o latón, para ver si necesitas cambiar alguno.
Pega los cantos levantados con un poco de Alkyl y una brocha pequeña.
Piensa si merece la pena conservar el acabado o si es mejor forrarla con algún papel o entelado nuevo. Si es así, recorta a la medida y pega con Alkyl u otro pegamento.
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