Colores neutros. En lugar de escoger rosado y púrpura para niñas, o azul para niños, se recomiendan colores neutros. El negro con blanco es una opción para crear un ambiente sofisticado, mientras los tonos marrones le darán calidez. La ventaja de estos matices es que combinan con muchos otros y a medida que crezca el niño, se podrá cambiar la decoración sin mayores dificultades.
Use colores llamativos o pasteles en acentos, textiles y arte. Implemente cuantos quiera aparte de los neutros, pero recuerde que mientras más escoja, deberá implementarlos en menor cantidad.
Textura. Los muebles de madera, las lámparas de techo de metal, las sillas tapizadas y los tapetes no deben faltar para un ambiente de aprendizaje, especialmente en cuartos de bebés y niños pequeños. Busque diseños y mezcle las telas en distintas superficies.
Encuentre formas inesperadas para agregarlas: marcos de madera añejada, puertas o paredes con pintura de pizarra, o una silla de mimbre.
Líneas simples. Aunque la decoración minimalista es popular en habitaciones de niños, no es necesario implementar el estilo completamente. Lo que no debe faltar son las líneas típicas de estos ambientes.
Los estampados con diseños geométricos o rayas se recomiendan para mantas y sábanas.
Temas sutiles. Lejos están los días de los temas específicos, donde todo combinaba a la perfección. Ahora son sutiles y generalizados. Por ejemplo, en el caso de una decoración náutica, algunos tonos azules en las sábanas, un banderín en una pared, un barco vintage encima de una cajonera y un tapete a rayas son todo lo necesario.
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