martes, 23 de septiembre de 2014

La iluminación es clave en el cuarto del niño

Cuando se decora la habitación de un niño, esta debe tener muy buena iluminación pues es aquí donde juega, hace sus tareas y descansa.

Los dormitorios infantiles deben cumplir condiciones propicias para su desarrollo psicológico y motriz. La luz es uno de los primeros estímulos a los que un niño se ve confrontado y al que tendrá que aprender a habituarse con el tiempo.

En cuanto a los colores para los dormitorios, se recomiendan tonos amarillos, verdes y azules muy claros, rosas pálidos y blancos para que no absorban la iluminación del espacio y más bien la reflejen.

Durante la noche la iluminación es primordial. Una vez solo en su dormitorio, el niño puede sentir miedo a la oscuridad. En este caso, se debe instalar una lámpara de fácil acceso.

Su dormitorio debe contar con un color mural no agresivo para realzar la iluminación natural de la habitación. Y como la luz es primordial, la pintura o un papel mural claros son buenas opciones.

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