Concepto. Este vintage se caracteriza por la elegancia con un aire romántico. Básicamente consiste en combinar objetos que tienen por lo menos 20 años de antigüedad con elementos modernos.
Es importante que los objetos antiguos sean originales, pues si solo son imitaciones no calificarían para este estilo, sino más bien para el "retro", que es muy similar.
Muebles. Llegan a ser muy importantes, pues además de ser los elementos más visibles son los que aportan la personalidad característica de este estilo.
Deben evocar los años pasados, aportando un valor estético, normalmente se observan muchas formas curvas y onduladas.
Por ejemplo, en el comedor llamará la atención una gran mesa de madera rodeada por sillas de corte clásico o viceversa.
Para complementar se puede colocar una vitrina vintage donde se pueda exhibir la vajilla. En este lugar no puede faltar el juego de tazas de porcelana.
Complementos. Los detalles son también importantes cómplices para lograr una decoración vintage. Los floreros, las cajas o las maletas antiguas son habituales accesorios en este estilo. Un teléfono de los años 50 o un tocadisco serían perfectos. En los techos y paredes se puede contar espejos cargados, cuadros lámparas de araña e incluso candelabros.
El baño. Es otra de las estancias de la casa en donde la decoración vintage puede cobrar protagonismo.
Una bañera o tina es un elemento infaltable si desea aplicar este estilo en el cuarto de baño.
Si tiene suficiente espacio puede colocar una vieja alacena con elementos para guardar las toallas, si son bordadas, mejor. Además, puede inclinarse por suelos de madera que le aportan a su baño mayor elegancia.
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