La pared. Si los colores de su living son oscuros, tal vez le haga falta un poco de luz y convenga pintar un solo muro de un color claro; por el contrario, si las paredes son blancas o de color beige, un tono contrastante como negro, gris o color uva puede renovar por completo el aspecto.
Use vinilos. Son ideales para lograr un cambio notable sin gastar mucho y además brinda la opción de quitarlo sin que se dañen las paredes.
En la ciudad existen varias tiendas que los comercializan por catálogo e incluso hay algunos en los que el diseño se puede personalizar. Otro plus es que brindan asesoramiento de cómo colocarlo.
Repisas o librero. Colocar un librero que vaya pegado a la pared o unas repisas es algo sencillo y muy útil para colocar esos objetos que pasan inadvertidos dentro del ropero. No suelen quitar mucho espacio en la estancia y a cambio le darán un nuevo rostro.
Tapiz en la puerta. Muchas veces las puertas no son tomadas en cuenta más que para poner ganchos para colgar la ropa o para pegar un espejo detrás, pero ahora venden tapices que quedan muy bien en ellas y son un detalle que puede cambiar por completo un área de la casa.
Toques de color. ¿Qué tal pintar las orillas de las puertas de un color contrastante? Esta tendencia está siendo adoptada por muchos curiosos que quieren poner detalles hasta en donde casi no se ve. Cuando abras la puerta, notarás ese sutil cambio.
Cojines de colores. Los sillones, o sofás adquieren nueva vida con solo colocar unos cojines o almohadones sobre ellos. Busque unos que combinen con sus muebles, pero a la vez logren contrastar entre ellos para lograr un diseño interesante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario