Armonía. El Zen se basa en las enseñanzas de Buda. Esta tendencia busca crear ambientes armónicos para alcanzar la paz interior a través del equilibrio.
Crea espacios que dan una sensación de equilibrio, confort y orden.
Una característica es que las zonas comunes serán amplias y las íntimas más resguardadas para lograr un conjunto en armonía. Espacios confortables que permitan una libre movilidad y muebles bajos.
Colores. Los tonos claros son los reyes de la decoración oriental para la pared son el blanco y el beige que brindan un efecto de amplitud y confort.
Se combinan con tonos del otro extremo de la gama, con ocres o tostados. El gris es muy usado en el hogar zen.
En los detalles minoritarios se admiten colores más fuertes como verde o rojo.
Formas y materiales. Triunfan las formas naturales y ordenadas, las líneas rectas más que las curvas.
Se llevan las líneas minimalistas, simples y depuradas huyendo de una ornamentación excesiva.
En cuanto a materiales, predominan los tejidos naturales en colores claros como la madera natural para muebles, el algodón blanco para edredones, la piedra en paredes. También los más prácticos como la fórmica en color blanco para cocinas.
Complementos. Los adornos serán escasos aunque muy bien elegidos para completar el espacio sin recargarlo.
Para la pared se puede optar por un cuadro de dibujos geométricos con marco negro. Para los muebles y rincones triunfan los jarrones de cristal con elementos de la naturaleza como piedras, juncos o plantas. Los adornos de inspiración budista encajan perfectamente en el hogar de estilo zen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario