sábado, 7 de noviembre de 2015

José Luis Quezada, un maestro en la madera

UN COCHABAMBINO CON GUSTO ÚNICO EN LA DECORACIÓN CON MADERA | SU EXPERIENCIA EN EUROPA FUE LA ESCUELA PARA DESPERTAR SU GRAN TALENTO. EL USO DE LA VIGA LAMINADA Y EL DOBLADO DE MADERA, SON SU ESPECIALIDAD.

Estrumar es una empresa que aporta soluciones en lo referente a utilización de madera para proyectos estructurales como decorativos, ofreciendo un producto fiable y garantizado.

“Diseñamos e instalamos todo tipo de pérgolas, casetas auxiliares de jardín, vallas, decoración de espacios exteriores ampliamente duraderos y con muy bajo mantenimiento, aportando soluciones”, dice Quezada, propietario de la empresa.

“Me fui de Cochabamba cuando tenía 19 años de edad, mi padre migró a Estados Unidos y decidí irme a estudiar a Alemania con el apoyo de una de mis tías; por diversos problemas no pude entrar a la universidad y me dediqué a trabajar, ya que conocí a un señor que hacía casas con madera. Un día lo ayudé a sacar la raíz de un árbol para montar una casa de árbol, me vio trabajar y quiso que lo ayude con las demás obras. Así comenzó mi aventura con la madera. Lo ayudaba con los contratos que tenía y hacíamos casas de madera, saunas y muchas otras cosas”, dice.

“Comencé primero como ayudante, montamos casas y me enseñaba el manejo y la higiene de las máquinas, el cuidado de las sierras y todo lo que involucra la madera, aprendí que para cada detalle de la madera hay una máquina. Así, fui absorbiendo todo lo que mi maestro me enseñaba, montamos casas de hasta dos pisos de madera”, explica.



SU EXPERIENCIA

José Luis Quezada trabajó en Alemania seis años, se casó con una española y se fue a vivir a España donde trabajó con madera de manera independiente durante catorce años más. Comenzó a montar estructuras, decoración de interior y exterior de hoteles y todo lo que tenía que ver con madera. Decoró hoteles de cuatro y cinco estrellas, montó el Hotel Sheraton en Canarias y la cadena RIU Hotels & Resorts, donde aprendió mucho de decoración de interiores, hicieron la suite presidencial, un trabajo impecable, con cuero, madera, colores y combinados.

“Yo trabajo con la viga laminada y se puede realizar diseños con las medidas que uno desee, hago decoración de interiores y también realizó mesas, hamacas, sillas con el sistema finger joint. Llegué a Bolivia hace cinco años, conseguí algunos clientes pero no tenía ninguna máquina, volví a España para traer mi maquinaria y comenzar aquí. Trabajé un tiempo con el arquitecto Rodrigo Vargas, pero él tuvo que irse a Suecia”, cuenta Quezada, que hoy trabaja sólo.



LA MADERA

José Luis Quezada siempre intenta rescatar todos los desperdicios de las vigas laminadas. Mayormente trabaja con pino porque es una madera porosa y los pegamentos que utiliza absorben y pegan bien la madera.

“El pino es una madera económica, las vigas encoladas trabajan mejor que una viga maciza. La madera se seca en horno y además es tratada. Para el caso de incendios, por ejemplo, la viga laminada se quema y crea un carbón exterior y el fuego para penetrar la madera tarda más, por eso la viga laminada en colegios, centros comerciales, es más usada que otras en Europa”, dice.

Quezada realiza un trabajo muy innovador, ya que dobla la madera, haciendo semicurvas.

“Hice un estudio de mercado y vi que ninguna empresa en Bolivia hace la viga laminada y tampoco dobla la madera. También nos especializamos en hacer sillas, mesas y todo lo que sea de diseño, cosas diferentes a lo que se ve comúnmente en el mercado, cosas novedosas e innovadoras y a pedido”, explica.

“Trabajamos con roble, hay algunas maderas que se pueden trabajar laminadas pero los precios suben demasiado, por eso el ideal es el pino porque tiene un jaspe único. Nosotros fabricamos la viga laminada, cortamos el nudo y hacemos el sistema finger, encolamos y volvemos a unir y conseguir una nueva viga sin nudo. Contamos con un programa informático que me traje de España que puede calcular las vigas laminadas, por ejemplo del techo si va llevar calamina, policarbonato, teja, que permite que todo sea calculado, no hay nada al azar, todo es estudiado”, asegura.

En el pino se pueden trabajar muchos colores, desde el blanco hasta el negro, el pino es una madera noble que te da pie a poner colores que tienen jaspes y nudos únicos; en roble no se puede trabajar mucho con colores.

“Hay varios pinos, pero el radiata es con el que más trabajamos. Somos cuidadosos con los desperdicios, para la viga laminada los nudos son malos, entonces cortamos el nudo y ese montón de trozos que se van cortando en distintas obras lo juntamos para crear revestimientos para interiores y así desperdiciar lo mínimo de madera”, asegura.

Entre las ventajas de la viga laminada están la posibilidad de emplear alta tecnología, es muy estética, novedosa y durable, es rápida de montar, se puede realizar grandes montajes y curvas, no se raja ni tuerce, se puede tener atractivas posibilidades de diseño de espacios, tiene la belleza, calidez y naturalidad de la madera y el color a gusto del cliente.



EL PROCESO

“El primer paso es la compra de los tablones de madera, que son metidos al horno y secados con el 12 por ciento de humedad, seleccionamos la madera más adecuada que no tenga mucho nudo y en el taller hacemos la unión de los tablones; conseguimos con el finger unir dos listones y convertimos en cinco metros, si unimos otro conseguimos 7.30 y de ésta manera no tenemos límite. Las maderas las unimos y cepillamos las dos caras, vamos juntando listones uno encima de otro, las colamos y metemos en la prensa hidráulica. El pegamento que utilizamos es bicomponente, viene de Chile, se mezclan dos componentes y tienes una hora de tiempo para manipular, las tablas encoladas son colocadas en la prensa para que con una pistola hidráulica las prensemos. Todas las vigas se van uniendo y dejamos de seis a ocho horas para que seque; cuando sale de la prensa, sacamos la viga y sale una viga entera, maciza, se cuadra y se coloca en escuadra para que salga perfecta. Parece sencillo pero es complicado porque hay que denominar muchas máquinas para tener un acabado perfecto”, dice.

“La gente a veces tiene miedo con el tema de usar madera en exterior, pero hay que saber manejar los productos. Hay gente que barniza las puertas y se envejecen rápido, colocan productos que no son adecuados para exterior, hay productos para exterior como para interior, la gente no sabe cuáles son los productos adecuados. Cuando un cliente me llama le explico para que se dé cuenta de que no va a hacer una inversión en vano, además como un plus extra que brindamos a los clientes está que después de hacer la obra, vamos cada cierto tiempo para ver que todo esté bien y hacemos un mantenimiento”, concluye José Luis Quezada.



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