sábado, 5 de diciembre de 2015

Selecta, la tienda que enseñó a decorar alos paceños

La fiebre de la quina había terminado por segunda vez en Sorata, pueblo que desde 1850, aproximadamente, se había convertido en uno de los centros de acopio más importantes del alcaloide que curaba la malaria. El medicamento natural, que fue llevado a Estados Unidos y Europa, había incubado muchas fortunas en la región paceña, pero cuando pasó su apogeo (primero en 1890 y después en 1940, aproximadamente), el pueblo quedó abandonado a su suerte, lo que llevó a muchos sorateños a partir de la región en busca de fortuna: las minas de oro del norte de La Paz fueron la mejor opción, incluso para René Arteaga y su esposa Betzabé.
A finales de 1950, los esposos Arteaga salieron de Sorata junto a sus hijos rumbo a las minas. Estuvieron poco tiempo por los centros mineros porque decidieron dirigirse a la ciudad de La Paz, donde Betzabé tenía a su hermano César, quien, cortinero de oficio, había instalado en pleno centro paceño su negocio. René comenzó a trabajar en el lugar, hasta que en 1965 decidió instalar su propio taller.
"El taller fue instalado en la Genaro Sanjinés”, recuerda Rolando Arteaga, hijo de René y Betzabé. En su negocio, los Arteaga decidieron no sólo elaborar cortinas, sino también vender persianas venecianas, para lo que importaron maquinaria especializada. Con el nuevo producto precisaban más espacio para exponer sus materiales, por lo que alquilaron una tienda que "estaba a 10 pasos” del Cine Princesa.
"Fue la primera tienda, no tenía más de 50 metros cuadrados. De ahí saltamos a la calle Honda, cerca a la Pérez Velasco, porque mis padres decidieron importar tapices y alfombras”, recuerda Rolando.
Así, paso a paso, comenzó a construirse la empresa de decoraciones Selecta, que en sus inicios se denominó Brasilia y nació entre las calle Mercado y Socabaya. Y es que los esposos Arteaga descubrieron que dedicarse a vender cortinas, alfombras y adornos para decorar el hogar era una veta que prácticamente nadie había explotado en la ciudad de La Paz.
"Cuando mis padres comenzaron, hace 50 años, La Paz tendría unos 500 mil habitantes, pero todos tenían que cubrir sus ventanas”, comenta Rolando.
Pero no fue sólo por satisfacer una necesidad que los Arteaga tuvieron éxito, sino por la alta calidad de las telas que importaban de Estados Unidos y su fino trabajo en la elaboración de las cortinas. Eso les valió para, en su momento, vestir las ventanas del Palacio de Gobierno y colocar persianas y alfombras en el Banco Central de Bolivia y otras importantes instituciones.

A inicios de 1980, Rolando Arteaga se hizo cargo de la gerencia de la empresa y en uno de sus tantos viajes a Brasil, desde donde importaban alfombras, tapizones y otros artículos, descubrió, en Sao Paulo, Querindinha, una tienda especializada en adornos y utensilios para el hogar que tenía una gran característica: la mayoría era cerámica y sus precios eran accesibles para un mercado como el paceño.
Los dueños de Brasilia decidieron comprar esos productos y traerlos a Bolivia. Para comercializarlos crearon Selecta, una tienda especializada en artículos de regalo para el hogar. "Probablemente fuimos los que dimos el salto en cuanto a innovación en la decoración del hogar”, dice Rolando.
La tienda estaba llena de lámparas, floreros y maceteros de colores intensos. En ella también se exponían vajillas y todo lo relacionado con artículos para la cocina. Además, se había montado un taller de carpintería con maquinaria italiana y brasileña, donde se elaboraban muebles de estilo a pedido.
El negocio siempre estaba lleno de novedades, lo que atraía a una gran cantidad de clientes, sobre todo a funcionarios de los tribunales, del Parlamento y del Palacio de Gobierno, que se encontraban a una cuadras de la tienda.
El éxito de Selecta fue tal que sus dueños decidieron expandirse a la zona Sur, primero a San Miguel y luego a la calle principal de Calacoto, donde construyeron en un edificio con un showroom de 2.000 mts2. En el lugar, hoy, exponen cientos de productos para el hogar. Juegos de comedor, de living, cristalería, adornos de todos los materiales y un sinfín de ornamentos que son adquiridos en los mercados del mundo, hasta donde los hijos de René y Betzabé Arteaga llegan a principios de año para hacer sus pedidos. Los Arteaga continúan con el negocio de sus padres: vestir los hogares, pero ya no sólo de La Paz, sino prácticamente de toda Bolivia. Pero, para seguir avanzando, hace meses decidieron comenzar a elaborar muebles para oficinas.


Como en las novelas brasileñas
Rolando Arteaga, gerente general de Selecta, recuerda que fueron las novelas brasileñas las que, en la década del 80, impusieron la moda en la decoración del hogar en la ciudad de La Paz.
Como la empresa importaba sus adornos y otros detalles para la decoración de ese país, el éxito fue inminente. "La gente venía a buscar los adornos que veía en la novela, como las lámparas de mesa, por ejemplo, que vendíamos por montones”, cuenta.
Con estos productos, Selecta llegó a la clase media paceña que hizo del lugar su centro de compra de muebles, enseres, adornos y cualquier regalo para el hogar. "Por más mínimo que fuera el regalo, nosotros lo envolvíamos y le poníamos su moño, lo que le gustaba a la gente”, dice Arteaga.
Hoy, igual que siempre, la tienda tiene una exposición de los más variados y hermosos detalles para la casa

No hay comentarios:

Publicar un comentario