martes, 14 de febrero de 2017

15 errores decorativos que se pueden evitar



No dejarse llevar por impulsos, gestionar el orden e invertir en materiales naturales son algunas de las claves para reducir el margen de error. La revista especializada Arquitectura y Diseño destaca los 15 mayores errores y cómo evitarlos:



1. Una elección sensata

Por muy atractivo que pueda resultar un mueble en tienda o en catálogo, la decisión se ha de meditar teniendo muy en cuenta tanto la estética del resto de elementos con los que convivirá como las medidas del espacio. Adquirir el mobiliario de manera impulsiva puede darnos alguna sorpresa desagradable.



2. Las dimensiones justas

En cuestión de tamaños, tan malo es pasarse como quedarse corto. Por eso, los elementos decorativos deben guardar proporcionalidad con su entorno: un sofá de dos plazas en un espacio enorme desentona tanto como una chaise longue en un lugar de dimensiones reducidas.



3. Idea de conjunto

Hay que ser un maestro de la decoración para combinar diferentes estilos sin provocar un dolor de cabeza. Por eso, lo ideal es no arriesgarse y plantear toda la casa como un conjunto en el que elementos como las carpinterías, los suelos e incluso la gama cromática generen un estilo homogéneo.



4. La importancia de la luz

Iluminación y decoración van de la mano, por lo que es imprescindible que se planteen en paralelo para evitar problemas mayores. Por ejemplo, proyectar una zona de lectura o una luminaria de apoyo sin tener en cuenta los enchufes puede implicar la necesidad de alargues, regatas y cables de por medio.



5. Los colores del espacio

Aunque a priori no lo parece, los colores fríos como azules y verdes absorben la luz. Por eso solo se recomiendan en estancias con grandes ventanales y sin problemas de espacio. Para estancias pequeñas, los tonos claros son preferibles, y mejor que tiendan hacia el amarillo o el marrón.



6. Telas sintéticas

Los tejidos de nailon o poliéster se arrugan menos y son más fáciles de limpiar, pero su sensación al tacto es peor que el de las telas naturales (lino, algodón, cáñamo), sin olvidar su efecto sobre la salud (generan más cargas electrostáticas). Procura que el porcentaje sintético no supere el 10 por ciento.



7. En dosis adecuadas

Se pueden mezclar flores, rayas y lunares siempre que compartan un color base. Si te gustan empléalos en pequeñas dosis, en algún cojín o un plaid. El resto de telas mejor que sean lisas y siempre engamadas. Y recuerda que el exceso puede convertirse en ruido.



8. No todo es una cara guapa

Lo estético es importante, pero si no tienes en cuenta el lado práctico se convertirá en un estorbo. Antes de salir a comprar, ten claro lo que necesitas (muchos cajones, un mueble de poco fondo, algo alto y estrecho) y tu presupuesto. Y sobre todo, comprueba su calidad y las garantías de uso.



9. El orden es básico

Tan importante es disponer de un buen armario como equiparlo correctamente por dentro para tenerlo todo en orden. Un ejemplo: si tienes muchos pantalones, instala un pantalonero. Si guardas mucha ropa colgada te conviene tener dos barras, una alta y otra baja.



10. Distribución equilibrada

Situar el mobiliario junto a las paredes despeja las estancias, pero sin pasarse. Es interesante que las piezas más voluminosas estén en los contornos, pero, si es posible, colocar uno de los sofás en el centro genera un diálogo entre los muebles y hace que la estancia se vea más confortable y vivida.



11. Contraste enriquecedor

Prohibir los colores oscuros por su fama de empequeñecer los espacios es un error ya que si se combinan con contrastes claros pueden generar la sensación de ensanche. Es recomendable emplearlos para destacar elementos como el cabecero de la cama o como tapicería para el sofá.



12. Canales de luz

La luz natural transforma los espacios, siempre que no le pongamos obstáculos. Las cortinas, mejor de colores claros y tramadas. Coloca los muebles de modo que no tapen las ventanas y utiliza tonos luminosos; pero cuidado con los cromados, que pueden deslumbrarte si reciben luz directa.



13. Sin miedo al vacío

Las fotos, los recuerdos, los auxiliares y todo aquello que siempre encuentra un hueco está bien, pero en su justa medida. Recuerda que tu casa no es una sala de exposiciones y no hay que enseñarlo todo. Simplifica la decoración y no temas a los espacios vacíos; te sentirás mejor.



14. Lo natural siempre es mejor

Nadie te obliga a tener plantas, pero si decides tenerlas, rechaza las artificiales y opta por las naturales. Son pura belleza, limpian el aire y huelen bien. Las de plástico son feas, acumulan polvo y si les da el sol directo, al ser de plástico, se degradarán.



15. Escuchar y decidir

Es una gran idea pedir opinión a un profesional de la decoración, pero cuidado con dejarte llevar por malos consejeros como son las modas, los amigos o los sentimientos. Tu casa es tuya y eres tú quien vive en ella. Por lo que escuchar está bien, pero no sientas la obligación de incorporar los deseos de los demás.


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