Para lucir. Aunque para muchos los cabeceros solo son unas simples piezas de la cama, son elementos que nos pueden proteger de los golpes de la cabeza, pero también para recrear toda una composición que le de un plus decorativo al dormitorio.
No es necesario una gran inversión, con un poco de creatividad y poniendo manos a la obra, puede lograr resultados interesantes.
Diferentes estilos. A diferencia de las cabeceras antiguas, las modernas varían mucho. Antes se hacían de madera o metal y con piezas soldadas una de otra. Por el contrario, las cabeceras modernas en su mayoría son de una sola pieza que puede ser rectangular o cuadrada, pero que abarca desde el ancho total de la cama hasta toda la pared.
Creatividad. Un cabecero no es simplemente la pieza que encabeza la cama, se puede crear una composición donde toda la pared forme parte de un conjunto que encabece nuestra cama.
Una alternativa es crear un cabecero en altura, eso creará un efecto óptico, dando la sensación de que el techo es más alto, pero a la vez parecerá que la cama es más estrecha.
También existen otras alternativas, como forrar toda la pared con unas piezas de cerámica, logrando un ambiente elegante, que encajaría a la perfección con el estilo minimalista. Además puede jugar con la luz, que se recomienda sea indirecta.
Iluminación. Elíjala de color fijo, los tonos de moda son los tierra, chocolate, vino, negro, naranja y blanco.
Los materiales pueden variar desde madera, tactopiel, tela o vinil. Sin embargo es importante destacar que las tendencias nos permiten crear nuestras propias cabeceras con el material que queramos, solo es cuestión de creatividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario