Hay dos principios básicos por cumplir. El primero es que un pasillo, sobre todo si es largo o angosto, debe estar muy bien iluminado. El segundo es evitar estrecheces. Debe dar sensación de amplitud y limpieza.
A la hora del color, evite los tonos oscuros. Utilice los tonos claros y los blancos. Lo ideal es jugar con dos tonos para dar mayor sensación de espacio. También sirven los colores brillantes que más luminosidad aportan y mejor quedan en ambientes modernos, como rojos o verdes.
Dado que el pasillo es eso, un espacio de paso, y en el que se busca amplitud, lo ideal será colocar pocos objetos. Nada de revisteros, estantes o vitrinas
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