Sepa cómo elegir la cortina perfecta. En habitaciones con pocas horas de sol directo, es conveniente una cortina ligera y traslúcida, que permita el paso de luz pero que ofrezca intimidad. En cambio, en habitaciones expuestas a mucha luz solar, se requieren cortinas más gruesas, que eviten el excesivo calor en verano y el desgaste durante todo el año de muebles y objetos producido por los rayos solares.
Por lo general todos los tejidos van bien para una cortina, excepto los demasiado rígidos. Si se necesita restringir el paso completo de la luz lo mejor será un terciopelo, pana o brocado.
Los colores son muy importantes. El color de la cortina es determinante en la decoración o en el efecto que se quiera lograr. Las cortinas oscuras reducen visualmente la habitación, mientras que las cortinas claras la agrandan. Por otro lado, los estampados grandes deben ser utilizados cuidadosamente.
Un consejo fundamental. La decoradora, Carolina Dean, afirma que se debe tener en cuenta que las sedas expuestas al sol del hemisferio sur pueden quemarse, en especial si es por la tarde. Por ello se debe forrar las cortinas ya que no solo las protege del sol, sino que les da mejor caída.
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