Oscuro e iluminado. Es muy importante contar con una buena iluminación durante el día pero también oscuridad durante las noches. La luz natural es básica por la mañana y la tarde para renovar la energía del espacio, así que abra las ventanas.
En cuanto a la artificial, debe ser tenue para crear un ambiente de relajación por ello se recomienda elegir lámparas para ajustar la cantidad de luz. También se puede considerar instalar cortinas gruesas si duerme durante el día.
Colores relajantes. La habitación debe incluir los colores favoritos de quien descansa ahí, pero si le cuesta dormir, los tonos pasteles pueden ser la mejor opción.
Si desea sentir que está de vacaciones puedes escoger tonos celestes y verdes, ya que remiten a la playa.
Agregue bastantes neutros, como blanco y beige, para que el espacio se mantenga moderno y relajante.
Como interés visual, puedes terminar la paleta con algunos matices saturados en accesorios y detalles.
Evite ruidos. Escoja con cuidado dónde poner la cama. Mientras más alejada de la ventana mejor. Trate de que esté contra una pared sólida que colinde con un cuarto silencioso, así evitará los ruidos de exteriores.
Velas y aceites son una excelente opción para llenar tu habitación de fragancias relajantes como la manzanilla.
Disciplina. El desorden incrementa el nivel de estrés. Guarde la ropa, zapatos y quite todo lo que no pertenezca al espacio. Haga un esfuerzo por mantener este ambiente organizado y verás cómo puede descansar mejor.
En cuanto a artefactos electrónicos, es mejor que se queden fuera. Si necesita relajarse antes de dormir, lo mejor es un libro.
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