lunes, 16 de noviembre de 2015

Feng Shui en la decoración



Muchas veces hemos escuchado hablar del “Feng Shui”, aunque no siempre entendiendo de qué se trata exactamente. Es un arte milenario chino que, traducido del mandarín, significa “viento y agua”.

De una cuestión seria de Estado, con conocimientos restringidos a los poderosos, pasó a convertirse en un arte popular. Incluso tú puedes aplicarlo para decorar tu cuarto de baño, por ejemplo, siguiendo algunos de sus principios.

Sin necesidad de que te compliques, el Feng Shui en la decoración sugiere vivir en una casa simple, confortable, en la que no abunden los elementos inútiles. Refiere a espacios aireados, limpios y bien iluminados, con plantas, agua y mucho sol.

En estas páginas de TRAZOS encontrarás algunas ideas de cómo se puede ver una decoración, captando la energía positiva del Feng Shui…

Pero, ¿de qué se trata?
No se trata de cambiar tu decoración, sino de que te deshagas de todo lo que no te sirva para que lo que se deje ejerza una influencia positiva en la persona. Y mientras menos cosas tenga a su alrededor, mejor, porque así todo se verá más limpio y ordenado.

Aunque está ligado al sistema filosófico chino antiguo, como es el taoísmo, ciertamente en la actualidad se pueden rescatar muy buenos consejos para vivir en una estancia más confortable, en un ambiente agradable y armonioso para los habitantes de una casa.

En la decoración, por ejemplo, hay un principio que enseña a desprenderse de los objetos materiales y no aferrarse a ellos. Por eso se recomienda deshacerse de todo lo que no se usa, regalando, reciclando o botando: la idea es “limpiar” el ambiente. Así, este se verá más austero, lo que no significa falto de elegancia y calidez.

Los puntos cardinales
En el Fen Shui se toman muy en cuenta los puntos cardinales, desde la orientación de la hasta la ubicación de la cama, de acuerdo a la salida del sol e incluso al movimiento cíclico en el cielo de las “estrellas voladoras”.

Un espacio así tendrá un impacto positivo en la persona, en los miembros de la familia y en sus invitados. Este arte oriental hace hincapié en la energía, en la paz y el equilibrio; enseña que la inclusión de elementos en la decoración puede ayudar.

Una mente ocupada en proyectar, renovarse, deshacerse de lo viejo, generar a su alrededor un ambiente cálido y amable, no solo basado en lo material, tendrá éxito y transmitirá lo mejor a las personas que la rodean.

Consejitos "Feng Shui"
- Despójate de todos los artículos que no se utilizan en la casa. Una habitación no debe tener más de la mitad del espacio cubierto por muebles u otros objetos.
- Ten siempre una mesa de madera en la sala, pues le da mayor calidez. También las plantas son recomendables en este lugar, y campanillas que estimulen el sentido del oído.
- Que la cama no toque la pared. Tampoco debe estar delante de una ventana. Los espejos se ven muy bien, y los objetos en pares, como las lámparas de mesa y los cuadros.
- Los colores favoritos: el negro y el blanco, aunque los demás del arcoíris son bienvenidos. Los toques del verde de las plantas oxigenan los ambientes.
- Coloca jarrones y plantas en diferentes sectores. En las habitaciones de los niños, las peceras serán siempre aclamadas.
- La cocina es clave, mejor si está integrada a los otros ambientes. Allí se unen el fuego, el metal, el agua, la tierra y la madera.
- En el baño, puedes colocar una planta para clima húmedo, de manera que crezca en libertad. Los colores más comunes son el azul, el celeste y el verde.

10 consejos para deshacerse de las cosas... sin dramatizar
1. Haz una limpieza general de la casa por lo menos una vez al año, pero a fondo, sin guardar cachivaches que no se usan o adornos que solo recargan el ambiente.
2. No se trata de renovar todo, sino de desprenderse de lo que no es útil ni prescindible.
3. Plantéate sacar todo de un ambiente por semana, empieza por los dormitorios.
4. Ordena desde facturas, papeles y revistas para tirar todo lo que no sirve y reciclar lo que sea posible.
5. Ten a mano teléfonos de empresas recicladoras de papeles y plásticos.
6. Bota lo que no sirve para reciclar, lo que esta demasiado viejo.
7. Regala lo que esté en condiciones de ser utilizado o busca una institución de beneficencia, que le dará un buen destino a lo que a ti te sobra.
8. Evita ponerte muy sentimental ni apegado/a a las cosas. No tiene sentido conservar los objetos porque te den pena si en realidad no los usas y ni te acordabas que los tenías.
9. En cuanto a la ropa, la norma general es que si no te la pusiste en el último año, déjala ir. Conserva las prendas para eventos especiales. Cuando dudes con alguna, ponla en un cajón aparte; si pasa otro año sin usarla, ya sabes qué hacer con ella.
10. Cuando hayas ordenado todo te sentirás muy bien contigo mismo/a.


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