MANOS A LA OBRA
Otoño es también el momento más propicio para separar las matas de las herbáceas, ya que las mismas seguramente han dejado de florecer.
Esto es especialmente importante en el caso de aquellas plantas que ya han crecido demasiado, por lo que probablemente se estén amontonando con las otras que se encuentran en tu jardín.
Asimismo, también sería muy útil cortar todas las flores secas, salvo aquellas que posean en su interior cápsulas de semillas, y se las desee guardar para realizar otro sembrado posterior. Si no permanecen en la planta, podrán tener problemas para germinar.
Como se sabe, la poda es también una actividad clásica durante esta temporada, ya que es imprescindible para que las plantas queden listas para la primavera. Una especial atención merecen los rosales, los cuales podrían deteriorarse fuertemente si no se les podan las ramas que estén secas o bien muy crecidas.
Con relación al césped, sería muy útil eliminar las malezas, así como también emparejar la superficie con una arena fina de río, sobre todo antes de realizar la resiembra de estación, que suele hacerse un tiempo antes que terminen los días más calurosos y húmedos del otoño.
También se recomienda abonar la tierra con alguna materia orgánica, ya que durante esta época existe una amplia variedad de especies que empiezan a florecer.
Si el jardín es muy amplio, también podría combinar especies de follaje caduco con otras cuyo crecimiento sea de forma perenne, pues de esta forma se podrá asegurar una vista atractiva y colorida durante todo el año.
Finalmente, tenga en cuenta que el otoño es también una muy buena época para plantar árboles, pues los mismos corren un menor riesgo de secarse, y crecen además con mucha más vitalidad.
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