Los jazmines son ideales para otorgar al jardín un aspecto más alegre con sus flores, que desprenden un agradable perfume.

Tweet A pesar de que la característica más destacada del jazmín es su aroma, también tiene un importante valor decorativo para el hogar, ya que cuando florece proporciona un aspecto alegre y bello en el jardín. Estas nobles trepadoras cuentan con más de 200 especies y desde el básico y conocido jazmín común hasta otras variedades más sofisticadas como el jazmín morisco, jazmín de verano, el blanco o el officinale pueden ser serios candidatos para que su jardín desprenda ese aroma tan especial.

Clave de cultivo. Una de las primeras claves para cultivar jazmines en buenas condiciones es buscar un lugar soleado, pues estas especies gustan del sol y lo necesitan para poder hacer una buena floración. Si no es posible, busque un lugar en la semisombra.

Suelo perfecto. Por lo que respecta al suelo dónde ubicar los jazmines y teniendo en cuenta que no son especialmente sensibles a una determinada mezcla concreta, lo mejor es asegurar un buen drenaje y una hidratación normal; es decir, mantener la tierra húmeda de manera que la primera capa nunca quede seca, más o menos requieren un riego semanal.

La poda necesaria. El crecimiento de los jazmines es muy rápido, por lo que conviene podarlos con regularidad. La poda se debe realizar también tras la floración para garantizar que la del año siguiente alcance todo su esplendor. Por otro lado, hay que sevñalar otras utilidades del jazmín, que es empleado en muchas ocasiones como ambientador y ahuyentador de mosquitos.

Riego

Se recomienda regar los jazmines cada dos días en el verano, mientras que, en invierno, no hay que regarlos cada cuatro o cinco días.

Maceta o pared

El jazmín puede cultivarse en maceta, aunque puede plantarlo en el suelo y guiarlo con ayuda de un alambre para que trepe por una pared.