Según el ambiente. Lo primero que se debe analizar es el tipo de iluminación que requiere: de lectura, ambiental, cenital o específica. Esta necesidad determinará en gran medida el tamaño, tipo y forma de la lámpara que finalmente se instalará.
También es importante conocer la cantidad de luz que requiere y el tamaño de la zona a iluminar.
Los aspectos anteriores le ayudarán a decidir el número de brazos o los puntos luminosos que tendrá y, en caso de optar por lámparas de techo, la necesidad o no de pantallas, los puntos de luz, si va a ser necesario colocar varios focos o cuál debe ser la potencia de las bombillas.
Iluminación puntual. Si lo que quiere es disponer de algún sistema de iluminación puntual para determinadas zonas como el salón o el dormitorio, lo mejor es adquirir flexos o lámparas no muy grandes para colocarlos en una mesa. Este tipo de lámparas pueden también utilizarse en las mesitas de noche o fijarlas a unos apliques en el cabecero de la cama.
Para los pasillos. Para iluminar partes de la casa que son de paso, como los pasillos, es recomendable emplear apliques de pared que además de dar luz, son también muy decorativos y puedes utilizarlos igualmente para colocar detrás del televisor y evitar así que las pupilas trabajen más de lo deseado debido a los continuos cambios de iluminación que se producen cuando únicamente tiene la luz del televisor.
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