Una obra de arte puede cambiar totalmente un
ambiente. La mezcla entre lo retro y lo actual imprime un perfecto
equilibrio a la decoración, indica la decoradora y pintora Carmen Vania
Tomasi.
Hace tiempo que las pinturas reinan como complemento perfecto para
lograr un hogar acogedor y armónico; sin embargo, la ubicación que se le
da en la casa abre distintas posibilidades porque requiere cierto
criterio. La dimensión de determinados cuadros en habitaciones muy
cargadas con mobiliario y otros accesorios rompe la armonía y el
equilibrio.
Para los dormitorios, Tomasi recomienda dípticos pero desde dimensiones
grandes, no pequeñas, tonos cálidos y las flores, no obstante, en los
diseños impera el gusto de cada persona. Para las salas pequeñas, un
cuadro grande o un espejo dan más amplitud.
Una obra de arte, como las de Mamani Mamani, por ejemplo, deben tener un
lugar especial, una pared exclusiva, sin muebles ni sofá. Como son muy
coloridas, deben lucirse solas, sugiere
Buenas ideas para colgar los cuadros
Muchas personas ponen sus pinturas en la primera
pared que encuentran, sin tomar en cuenta si es el mejor lugar para
colgarlas. La decoradora Carmen Vania Tomasi brinda algunas pautas.
EN LOS Ambientes
Si el salón es rústico y prima la madera, es preferible poner
cuadros sin marco que combinen con la pared. Los que tienen escaleras
ofrecen una alternativa excelente. Nada mejor que recorrer los peldaños
admirando una hilera de pinturas dispuestas en diagonal. En las salas
con poca luz es bueno tener cuadros con tonos suaves para dar más
claridad.
ALGUNAS REGLAS
Una regla fundamental para colocar los cuadros: cuanto más
pequeños sean, menor debe ser la distancia entre ellos y cuanto más
grandes, mayor espacio hay que dejar. En una pared grande se deben poner
dípticos o trípticos, cuadros grandes o agrupaciones de modelos
pequeños, pero deben tener coherencia, es decir, varias escenas
relacionadas con el mismo tema.
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