sábado, 10 de diciembre de 2016

La vuelta de las baldosas hidráulicas



La baldosa hidráulica es un cemento pigmentado, de uso en interiores y exteriores. Muy en boga hasta los años 70, ahora como sacadas del baúl de los recuerdos, las tendencias en decoración los traen de vuelta, dando una nueva vida, llena de posibilidades decorativas. Y es que tienen un encanto que radica en sus diseños, y si hay una palabra que los define es señorial y noble.

Tradicionalmente las baldosas hidráulicas eran de cemento comprimido con prensas hidráulicas. Se trataba de un pavimento elaborado artesanalmente. Ahora, las nuevas tecnologías permiten tener un suelo con ‘look’ hidráulico de gres (su base es de arcilla), resistente y fácil de mantener. Una buena alternativa que, incluso, puede reproducir ese aspecto desgastado, que evoca directamente al pasado. Normalmente son piezas de 20 x 20 cm, aunque también hay baldosas de mayor tamaño.

Esta propuesta es una verdadera explosión de colores y diseños. Los más empleados suelen ser los geométricos, los arabescos y las flores. Admiten tanto el clásico ‘black & white’ como un universo multicolor con azules, verdes, naranjas, etc. Ante esta riqueza, lo ideal es combinar las baldosas hidráulicas con mobiliario, carpintería y paredes lisas o en colores neutros para no recargar el ambiente. Otra forma de introducirlo en las decoraciones actuales, incluso nórdicas, es mezclándolo con mobiliario moderno, creando un ‘mix match’ sorprendente y original, que permita la convivencia entre ambos estilos y un choque de personalidades en perfecto equilibrio. /






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