Lo primero a tomar en cuenta es que cualquier pared no sirve. El negro absorbe la luz y reduce el espacio, por lo que se requiere una habitación con una buena luz natural por el día y una óptima iluminación artificial por la noche, para evitar crear un efecto de cuarto oscuro.
Otro aspecto a considerar es el espacio. Un salón con grandes ventanas puede ir todo de negro, pero en el baño o cocina es mejor hacerlo en una sola pared. En el dormitorio, mejor la pared principal, donde va el cabecero de la cama.
Para un toque de elegancia y sofisticación, utilice muebles blancos y accesorios en rojo, combinación que nunca falla. El naranja, amarillo, verde manzana, turquesa o fucsia son las alternativas. /nosotras.com
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